¿Cómo la compasión mejora la comunicación?

La compasión puede mejorar radicalmente nuestras habilidades de comunicación al ayudarnos a reconocer mejor las necesidades de los demás desde un enfoque ego descentrado.

Foto: Brooke Cagle - Unsplash

Comunicar implica reconocer también la necesidad del otro

Las personas necesitamos comunicarnos todo el tiempo, por lo tanto, mejorar nuestras habilidades de comunicación nos puede beneficiar de muchas formas.

Una buena comunicación no se centra únicamente en la claridad del mensaje, sino también en saber elegir el tono emocional y considerar las necesidades de las personas con las que nos comunicamos.

En una buena comunicación, tanto quien da el mensaje como quienes lo reciben se sienten escuchados y que sus necesidades son validadas.

La compasión no solo es una gran virtud que nos puede traer mucha paz interna, también es una cualidad que podemos integrar a nuestro estilo de comunicación para que sea mucho más efectiva.

¿Qué es la compasión?

La compasión tiene dos componentes. Por un lado, es el reconocimiento de que todas las personas desean ser felices, y que, de acuerdo a sus propias necesidades, trabajan en los objetivos y metas que consideran los acerca más a un estado genuino de felicidad.

Por otro lado, a un nivel más profundo, la compasión se refiere al deseo de que todos los seres sintientes puedan estar libres de sufrimiento, y que, en cambio, tengan bienestar.

Cuando practicamos la compasión de forma sincera, reconocemos también que detrás de toda acción que realizamos nosotros y los demás seres, subyace el deseo de ser felices y evitar aquello que nos puede generar sufrimiento. Aun cuando muchas veces las acciones que llevamos a cabo nosotros y los demás nos pueden llegar a generar algún tipo de sufrimiento o malestar.

Esto incluye, por supuesto, a nuestros compañeros de trabajo, jefes, colaboradores, también a nuestra familia, pareja, amigos y demás personas. Porque en realidad no hay una sola persona que no tenga este deseo universal de ser felices y evitar el sufrimiento.

Comunicación compasiva

Cuando nos comunicamos con otras personas manteniendo una actitud compasiva, podemos entender que detrás de cada mensaje, de cada demanda, subyace el anhelo de lograr las metas y objetivos que nos acercan a un mayor bienestar.

La compasión nos permite que nuestra comunicación se enfoque no solo en el aspecto manifiesto, es decir, no solo en él “necesito esto”, sino en ¿Por qué lo necesito? O ¿Por qué esta persona le interesa comunicarme esto?

Por supuesto, todos tenemos que lidiar en ocasiones con conversaciones “difíciles” en las que el tono emocional y la demanda de alguna de las partes, o ambas, se torna agresiva.

Pero es justo en esos momentos cuando la compasión más nos puede ayudar. Normalmente, nos sentimos ofendidos y hasta resentidos cuando tenemos este tipo de conversaciones. Pero la compasión nos permite hacer un cambio de enfoque ego descentrado.

Y, en lugar de centrarnos en nuestro enojo o enfado por el aparente hecho de que la otra persona nos habló con rudeza, la compasión nos recuerda que esta persona solo está intentando lograr los objetivos que considera, le van a traer su propia felicidad, y con base en esto podemos adoptar las actitudes o acciones que sean más constructivas.

Ser compasivo no es ser condescendiente

Esto no quiere decir que al ser compasivos tenemos que justificar un comportamiento indebido o grosero de parte de otras personas, pero sí nos permite proteger nuestra mente y estado emocional, para no tomarnos estas situaciones como personales, y, en cambio, desear que esta persona pueda encontrar la felicidad que está buscando.

Esto aplica también en casos en los que nosotros mismos, solemos ser esa persona que, sin querer, lastima a otra persona cuando nos dejamos llevar por el enojo, o por el estrés que nos provocan las diversas situaciones del día a día.

La compasión nos ayuda a identificarnos con un yo más ecuánime

En lugar de identificarnos como esa persona que se enoja y que tiene múltiples limitaciones, la compasión nos permite reconocer que en el fondo lo único que buscamos es lograr ser felices y plenos.

Y en este sentido, podemos ser compasivos con nosotros mismos, y poco a poco ir generando la intención de adoptar un mejor estilo de comunicación, en la que consideremos las necesidades de los demás tan importantes como las nuestras.

Ya que si lo pensamos, en realidad no hay ninguna diferencia entre uno mismo y las demás personas, porque todos queremos ser felices por igual y nadie quiere experimentar el mínimo de los sufrimientos.

Es por eso que la compasión es una arma muy poderosa para mejora la comunicación con los demás, ya sea con nuestros equipos de trabajo, familiares, pareja o amigos.

Acerca del autor

Raziel Tovar es maestro en psicología, guía de meditación e instructor de mindfulness certificado en México y España. Se especializa en psicología contemplativa. Imparte entrenamientos basados en mindfulness y prácticas contemplativas. Es host del podcast Contemplativo y ha publicado distintos estudios sobre mindfulness.

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